DOI: https://doi.org/10.25364/19.2020.3.2

ISSN: 2663-9815

Studia linguistica romanica 2020.3

Elaboración, variación y selección en el paradigma de los adverbios de exactitud

El caso de al justo y al cabal

Katharina Gerhalter

Karl-Franzens-Universität Graz

katharina.gerhalter@uni-graz.at

https://orcid.org/0000-0001-9654-0375

Recibido el 7/10/2019, aceptado el 22/1/2020, publicado el 26/03/2020 bajo la licencia Creative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0)

Resumen: La locución adverbial al justo surge durante el siglo XVI como expresión sinónima del adverbio corto justo tanto en función de adverbio de modo como en función de adverbio de foco. Su creación está ligada a la elaboración de la lengua escrita, y se atestigua específicamente en tratados científicos y técnicos. El esquema [preposición a + artículo + adjetivo de exactitud] es productivo con adjetivos hereditarios y popularizados, ya que desde justo se extiende a cabal (al cabal), pero no a los adjetivos cultos preciso y exacto. Tras el auge de estas locuciones adverbiales hacia finales del siglo XVI, al justo y al cabal caen en desuso en la segunda mitad del siglo siguiente. Su marginalización se encuentra ligada a la competición y selección entre las diversas variantes que forman el paradigma de los adverbios de exactitud. Al justo, que era la variante más frecuente hasta mediados del siglo XVII, acaba siendo desplazada por justamente. A su vez, el contraste con el francés au juste muestra que, a partir de un panorama inicial parecido, la selección entre variantes puede dar resultados divergentes en lenguas distintas.

Abstract: The adverbial al justo originated during the 16th century as a synonym for the short adverb justo. It was used as manner adverbial as well as focus adverb. Its creation was closely connected to the elaboration of written language, e.g. in scientific or technical texts. The pattern [preposition a + article + adjective expressing exactness] was productive with inherited adjectives or those which entered the popular tradition. In the specific case of al justo, it expanded to the former synonym cabal (al cabal), but not to the learned adjectives preciso or exacto. After a short upward trend at the end of the 16th century, the frequency of al justo and al cabal fell during the second half of the 17th century. The marginalization of these adverbials was caused by the competition and selection between several variants forming the paradigm of exactness-adverbs. Al justo, the most frequent variant until the middle of the 17th century, was replaced by justamente. The contrast with French au juste shows that the selection between variants can lead to diverging developments in different languages despite similar initial conditions.

Índice
1. Introducción
2. La diacronía de al justo y al cabal
2.1 Datos cuantitativos diacrónicos
2.2 Significados y usos de al justo
2.3 Significados y usos de al cabal
2.4 Lexicalización débil de las locuciones adverbiales
2.5 El origen ¿culto o popular? en el lenguaje científico-técnico del siglo XVI
3. Las familias léxicas: variación y selección en el paradigma adverbial
3.1 La cronología del paradigma justo - justamente - al justo hasta el siglo XVI
3.2 El paradigma cabal - cabalmente - al cabal hasta el siglo XVI
3.3 Comparación cuantitativa entre justo vs. al justo vs. justamente
3.4 Marginalización de las variantes con preposición a partir del siglo XVII
3.5 Conservación de al justo en variedades americanas
4. Comparación con la locución adverbial francesa au juste
4.1 Origen paralelo en español y francés
4.2 Desarrollos divergentes en español y francés
5. Consideraciones finales
Bibliografía

1. Introducción

[1] El presente artículo estudia dos locuciones adverbiales poco o nada usuales en el español actual. Las frases adverbiales con preposiciónal justo 'ajustadamente, con la debida proporción, a punto fijo' (DLE 2014: s.v. justo) y al cabal 'cabalmente, al justo' (DLE 2014: s.v. cabal) utilizan el mismo esquema formal [preposición a + artículo + adjetivo]. Ambos remiten al significado de exactitud compartido por los adjetivos base: justo ('exacto, preciso, ajustado, apretado') y cabal ('completo, entero, ajustado a peso o medida'). Ya que tanto su forma como su significado indican un posible origen paralelo, el objetivo de este trabajo consiste en aclarar, por un lado, cuándo y en qué tipo de textos se crearon estos adverbios preposicionales y, por otro, si cuentan con otras variantes.

[2] Si bien ambas locuciones se han conservado como unidades lexicalizadas, son poco usadas en la actualidad; sobre todo al cabal, que parece haberse perdido por completo en el español contemporáneo e incluso es clasificado como desusado por el DLE 2014. En general, las locuciones adverbiales con preposición fueron más frecuentes en épocas anteriores. Para comprobar la frecuencia de uso de al justo y al cabal a lo largo de varios siglos nos basaremos en un análisis cuantitativo de corpus.

[3] Este estudio de caso se enmarca en el proyecto de investigación The third way: prepositional adverbials from Latin to Romance1 y comprobará, para el caso concreto de al justo, algunas de las hipótesis de investigación. Así, en dicho proyecto los adverbios con preposición son considerados variantes productivas y sistemáticas desde los inicios de las lenguas romances, coexisten con los adverbios cortos y con aquellos terminados en ‑mente y se emplearon durante la elaboración de las lenguas romances escritas hasta el siglo XVI. Sin embargo, una parte de las locuciones adverbiales con preposición son 'víctimas' del proceso de selección y normalización de las lenguas romances modernas desde el siglo XVII (cf. Hummel 2014: 698-703, 2019a; Hummel et al. 2019).

[4] En este sentido, nuestra hipótesis es la siguiente: al justo y al cabal se marginalizaron como consecuencia de la competición y selección entre variantes del paradigma de los adverbios de exactitud de las mismas bases léxicas. De esta manera, resulta probable que tanto los adverbios justamente y cabalmente como el adverbio corto o adjetivo adverbial justo hayan desplazado las variantes con preposición.

[5] Además, cabe analizar un posible paralelismo con la locución adverbial francesa au juste, la cual, a diferencia de su correlato en español, es muy habitual en la actualidad. Mediante una comparación cuantitativa entre al justo y au juste pretendemos averiguar si la selección de variantes dio resultados divergentes en español y francés.

[6] Algunos de los datos sobre los que se apoya nuestro análisis ya fueron presentados en otro trabajo centrado en justamente, justo, precisamente, preciso, exactamente, exacto, cabal y cabalmente (Gerhalter, en prensa). Estos sirven de base para una comparación con los nuevos datos que arrojamos en el presente artículo sobre las locuciones adverbiales al justo y al cabal y su correlato francés au juste. Nos basamos en los diccionarios históricos recogidos en el NTLLE 2001 y en los corpus históricos de referencia CORDE y Frantext así como ocasionalmente en otros corpus como CREA, CORDIAM y CORPES XXI. Tras filtrar manualmente las ocurrencias pertinentes2, rastreamos en total 223 ejemplos de al justo y tan solo 6 ejemplos de al cabal en el CORDE. En Frantext encontramos 1513 ejemplos de la locución adverbial au juste.

2. La diacronía de al justo y al cabal

2.1 Datos cuantitativos diacrónicos

[7] Tanto al justo como al cabal se crean a principios del siglo XVI, es decir, son locuciones adverbiales más tardías que otras con preposición documentadas ya en la Edad Media o en el latín vulgar. El primer registro de al justo en el CORDE data del año 1526. La primera documentación de al cabal es de 1550 y la última de 1612, por lo que el uso marginal de esta locución no sobrepasa una 'moda' bastante breve. Para un análisis más minucioso hemos establecido franjas temporales de 50 años que se muestran en la tabla 1. Calculamos la frecuencia relativa normalizada sobre la base de un millón de palabras en los respectivos cortes temporales. La frecuencia normalizada se visualiza, además, en la figura 1.

al justo (loc. adv.)

al cabal (loc. adv.)

f. absoluta

f. normalizada

f. absoluta

f. normalizada

1500-1549

3

0,15

1550-1599

109

3,11

4

0,11

1600-1649

94

3,03

2

0,06

1650-1699

7

0,93

1700-1749

1

0,16

1750-1799

0

0

1800-1849

3

0,27

1850-1899

2

0,06

1900-1949

2

0,06

1950-1975

2

0,07

Tabla 1: Dispersión diacrónica de las locuciones adverbiales al justo y al cabal en el CORDE

Figura 1: Visualización de la frecuencia normalizada de al justo y al cabal en el CORDE

[8] El uso de al justo muestra un claro pico durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del siglo XVII. Es precisamente la misma época en la que se documenta el uso marginal de al cabal. Estas fechas coinciden con el auge general de las formaciones adverbiales con preposición que acontece hasta el siglo XVI debido al enriquecimiento formal del inventario adverbial durante la fase de la elaboración lingüística (Hummel et al. 2019: 1119; Hummel 2019a: 147). A continuación, el uso de al justo disminuye durante la segunda mitad del siglo XVII y desde el siglo XVIII se mantiene en una frecuencia de uso muy baja.

2.2 Significados y usos de al justo

[9] Los primeros textos en los que se documenta al justo son tratados científicos o técnicos del siglo XVI, específicamente sobre arquitectura, orfebrería o navegación. La locución aparece, pues, en el discurso científico, técnico y artesanal. Al justo se documenta primero como adverbio de modo o manera, es decir, como modificador del verbo y significa 'de manera exacta, precisa'. En concreto, los primeros ejemplos son acciones como cortar o entrar:

(1)

Yo creýa que no havía otro artificio para examinar la media caña que se cava en la coluna sino el marco, siquier molde, que se corta al justo del semicírculo, y agora dizes que con el esquadra, que no tiene otra figura sino un ángulo quadrado. […] Has de saber que los architetos griegos, antes que hallassen la formación del fresso, cubrían la fealdad de las cortaduras de las vigas con unas tablitas, que ponían delante cortadas al justo; y en cada una formavan tres vandas que descendían de alto abaxo. (1526 Diego de Sagredo: Medidas del romano, CORDE)3

(2)

Y porque las perlas no todas vezes están de suerte que puedan pesarse, por estar ensartadas o guarnescidas, se deve tener hecho un quilatador, que es un instrumento de metal que tiene unos agujeros hechos en tal orden, que por el primero entra al justo una perla perfecta de un quilate de peso; por el segundo, entra otra de dos quilates de peso; por el tercero, entra otra de tres quilates; (1572 Juan de Arfe y Villafañe: Quilatador de la plata, oro y piedras, CORDE)

[10] En estos contextos al justo suele referirse al trabajo manual con objetos que deben tener medidas exactas y un tamaño adecuado y perfecto, al que ni sobra ni falta nada. Por consiguiente, al justo caracteriza acciones concretas y significa 'ajustadamente, con la debida proporción' (DLE 2014: s.v. justo). Cuando al justo se intensifica, caracteriza la manera de trabajar manualmente con medidas lo más exactas y precisas posibles:

(3)

Cortó de una hoja de un libro viejo las letras muy al justo y, dividiéndolas por sus repartimientos, como hazen en la imprenta, las fue después pegando sobre otro papel con alquitira y escribiendo con ellas lo que se sigue: […] (1606-1611 Juan Méndez Nieto: Discursos medicinales, CORDE)

(4)

Para venir a lo dicho, lo primero que se deve saver es que, aunque los instrumentos de que usan los hombres son muy differentes unos de otros, y que cada uno con el suyo haze las operaciones que quiere o se le offrece, que se tiene por mejor, entre los más savios, el circular o redondo llamado planisferio, por ser el que más al justo saca las figuras que se quieren hazer, tanto haziendo de nuevo una fuerza, quanto queriendo sacar una planta o medir la hecha […]. (1611 Cristóbal Lechuga: Discurso en que trata de la artillería con un tratado de fortificación, CORDE)

[11] La locución al justo también modifica verbos como medir, pesar o saber refiriéndose al conocimiento de la cantidad exacta de los objetos implicados:

(5)

Ha sucedido en la isla Tercera, que á los 12 del pasado, último de Pascua, vino un grande temblor y terremoto, el cual se continuó por algunos dias, en los cuales se cayeron mil seiscientas casas, veinte y nueve iglesias y monasterios, y murieron 600 personas en los lugares de la Isla, aunque no se podia saber el número al justo, por estar enterrados debajo de las paredes caidas los muertos […]. (1599-1614 Luis Cabrera de Córdoba: Relación de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614, CORDE)

(6)

Porque muy acaso suelen venir al justo las cuentas ordinarias de la una que se saben de memoria, y casi todas ellas vienen a parar en poco más o menos por la irregularidad de su movimiento. (1575 Juan de Escalante de Mendoza: Itinerario de navegación de los mares y tierras occidentales, CORDE)

[12] Al justo aparece registrado en los diccionarios del NTLLE 2001 desde el siglo XVIII y su primera definición es «Modo adverbial. Ajustadamente, o igualmente. Lat. AEqualiter» (DRAE 1734: s.v. justo) y, más tarde, se define como «Ajustadamente, con la debida proporción. Apte» (DRAE 1817: s.v. justo). La definición 'ajustadamente, con la debida proporción, a punto fijo' es la más citada y la que se mantiene hasta la actualidad (cf. DLE 2014). En ocasiones, la medida o el número justo de algo suele ser exactamente la cantidad mínima necesaria. Este matiz se da tanto en el adjetivo (tengo el tiempo justo…) como en el adverbio corto (llegas justo) (Gerhalter, en prensa: § 3.1.5). El matiz semántico de la cantidad exacta como la más reducida posible también aparece en la locución adverbial al justo. Se observa claramente en el siguiente ejemplo, en el que pesar al justo se opone a pesar largo:

(7)

Item, ordeno y mando que se pese el oro y plata al justo y no largo, así al recibir como a la paga, y entregarlo y no consientan que el balanzario haga otra cosa de manera que puedan recibir agravio las partes, so pena por cada vez que lo contrario hicieren de cincuenta pesos a cada uno de los dichos oficiales y balanzario para la dicha cámara. (1571 Ordenanzas para los oficiales reales de Huamanga / Disposiciones gubernativas para el virreinato del Perú, CORDE)

[13] Dicho matiz semántico de justo se observa también en otra variante poco usual: a lo justo. Este sintagma preposicional no se registra en los diccionarios del NTLLE 2001, esto es, no parece haberse lexicalizado. En el CORDE se documentan dos ejemplos dea lo justo a inicios del siglo XVII, es decir, en pleno auge de al justo:

(8)

No recibe lana en su casa. Verdad es que nunca recibí hacienda que de esta suerte me trajesen, porque libras enaviadas por mano de maeso y pesadas en mi ausencia, venían pesadas muy a lo justo, y por eso no las quería yo recebir, porque no había lugar de hacer mangas de lana. (1605 Francisco López de Úbeda: La pícara Justina, CORDE)

(9)

Manda y es su voluntad que sus Albaceas se sienten aquestes con el dicho Gonzalo Hernández y vean con personas de ciencia y conciencia si con el valor de lo que se tomó en Santaella se compensan las rentas del Alguacilazgo, que a lo justo valen ciento y veinte mil maravedís en cada un año, o más, apreciándose en su justo valor lo que se tomó en Santaella, y si él alcanzare al dicho Gonzalo Hernández, se lo perdona y suelve en Dios y en conciencia. (1625 Francisco Fernández de Córdoba (Abad de Rute): Historia y descripción de la antigüedad y descendencia de la Casa de Córdoba, CORDE)

[14] Por lo tanto, los primeros usos de la locución adverbial al justo caracterizan acciones que atañen a entidades visibles, tangibles, medibles o contables. Este empleo concreto se traslada a un ámbito metafórico, más abstracto y subjetivo. Este segundo uso es definido como «Cabalmente, a punto fijo, Certo, profecto» (DRAE 1817: s.v. justo) y aparece, sobre todo, en la colocación con el verbo venir. Por ejemplo, en las ocurrencias siguientes al justo significa 'cabal, adecuada, perfectamente' y caracteriza de acertada la selección de un nombre:

(10)

y probeer en las cosas que a su dignidad y estado conuenian, en * testimonio de lo qual le mando Dios que pusiese nombre a todas las cosas animadas, y pusole tan al justo y natural, que aprouandole la sabiduria diuina, dixo el nombre que puso Adam es el proprio y el que a cada vna le conuiene; (1573-1581 Fray Pedro de Aguado: Historia de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada, CORDE)

(11)

Conforme a lo cual cuadra muy bien el nombre, y vieneal justo llamar baraja al naipe. (1603 Francisco de Luque Fajardo: Fiel desengaño contra la ociosidad y los juegos, CORDE)

(12)

DUQUE DE PARMA: ¡Oh heroico don Fernando de Toledo, honor deste apellido! ¡Cuán al justo convienen las palabras con el nombre! (1606 Lope de Vega Carpio: El asalto de Mastrique por el Príncipe de Parma, CORDE)

[15] La locución al justo adquiere, pues, varios matices semánticos como adverbio de modo. Este caso confirma, además, que las locuciones adverbiales inicialmente eran sinónimos de los adverbios cortos usados como adverbios de modo o manera (cf. Hummel 2019a: 156). En este sentido, mostraremos más adelante (apartado 3.1) que al justo comparte los contextos de uso del adverbio corto justo.

[16] Aparte de su empleo como adverbio de modo, la locución al justo también se usaba como modificador de sintagmas, es decir, como adverbio de foco. En las gramáticas actuales este uso no se documenta, ya que al justo no aparece junto a justamente, justo o exactamente como adverbio de foco de exactitud (cf. Kovacci 1999: 777-778; NGLE 2009: 2992). En los siglos XVI y XVII dicho uso surge en el contexto de medidas y de cuentas, por lo que el sintagma focalizado por al justo suele introducirse por un numeral preciso:

(13)

Traté en mi mocedad, por fatal orden,
una fregona de hermosos ojos,
un mezclado color de grana y nieve
y de un cabello de madejas de oro,
un mes al justo; porque en este tiempo
me puso de propósito los cuernos. (1550-1606 Baltasar del Alcázar: Obra poética, CORDE)

(14)

Todos los cuales números de leguas vienen a ser, al justo, dos mil ochenta leguas, que he dicho que había desde la entrada de el estrecho de Magallanes al mismo puerto de Cartagena. […]
Y aunque esta cuenta que he dicho es la más precisa que se sabe para saber al justo el punto de la marca los navegantes usamos otra más vulgar y de menos dificultad […] debe comenzar la cuenta desde veinticinco de abril, porque estando entonces las guardas en la cabeza, es al justo medianoche y al mismo respecto se debe ir haciendo en todo el discurso del año […]. (1575 Juan De Escalante De Mendoza: Itinerario de navegación de los mares y tierras occidentales, CORDE)

[17] En resumen, de los 223 ejemplos registrados de al justo en el CORDE, la mayor parte de los ejemplos (208) corresponde al uso como adverbio de modo (representados en azul en la figura 2). Por un lado, al justo caracteriza acciones concretas como cortar, contar, pesar, pagar, vestir, medir o encajar, y, por otro, también acciones más abstractas como convenir, entender, decir, cumplir o saber. El verbo venir es el más frecuente (56 ejemplos), y suele aparecer en contextos de cuentas y números o, en un contexto más abstracto, con nombres. El uso como adverbio de foco (representado en naranja en la figura 2) es menos frecuente: encontramos 15 ejemplos de al justo como adverbio de foco de exactitud que modifica algún sintagma nominal, adverbial o preposicional y, de ellos, diez ejemplos son especificados por un numeral.

Figura 2: Distribución de los usos de al justo (adverbio de modo en azul y adverbio de foco en naranja)

2.3 Significados y usos de al cabal

[18] La locución al cabal aparece en los textos del CORDE con un retraso de un par de décadas, pero lo hace en el mismo contexto que al justo. Así, caracteriza verbos como pagar refiriéndose al número exacto y adecuado de los objetos implicados:

(15)

y los que se casasen con sus hijas de ellos, por virtud de los privilegios que tenían, gozasen y fuesen libres de allí en adelante de la alcabala de todo lo que vendiesen que verdaderamente fuese de sus labranzas y crianzas dondequiera que lo vendiesen, y que de todo lo otro pagasen al cabal conforme á las leyes del cuaderno […]. (1550 Alonso de Santa Cruz: Crónica del Emperador Carlos V, CORDE)

[19] Al igual que al justo, la locución al cabal ('por completo, entero, perfecto') se usa en un sentido más abstracto y subjetivo cuando se refiere a algo incontable:

(16)

No entienden estos quién es Dios, ni quién son ellos, ni qué es lo que le deben, ni tampoco el mar de males i vizios que tienen en su pecho. No saben que es Dios su Criador i Redentor, i que por esta razon lo deben entera obedienzia de todo lo que se contiene en su lei, i que por ella son malditos para siempre los que al cabal no la cumplieren toda. (1560 Juan Pérez: Breve tratado de doctrina, CORDE)

(17)

¡Si deprendiesen algo de la humildad de la Virgen sacratísima! ¡Oh, Señora mía, cuán al cabal se puede entender por Vos lo que pasa Dios con la Esposa, conforme a lo que dice en los Cánticos! (1566-1575 Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada): Conceptos del amor de Dios, CORDE)

(18)

[…] que es el pronosticar verdad, aunque sea para mal; y esto no quatro o seis vezes, que podría ser acasso, sino toda la vida, como a my me á aconteçido sin aver errado en cinquenta años dos pronósticos, aviendo pronosticado cosas tan estrañas y extraordinarias, como en estos discursos se dexa ver, y aviendo los pronósticos salido tan al cabal, que me acusaron por ellos los que me avían de honrar y imitar, diziendo que no estavan escritas aquellas cosas y que sin duda era familiar el que tenía y no çiençia humana. (1606-1611 Juan Méndez Nieto: Discursos medicinales, CORDE)

[20] En total, la locución al cabal aparece en solo seis ejemplos 4 y en todos ellos es un adverbio de modo. Modifica los verbos pagar, cumplir, vengarse, entender, salir y venir. Además, encontramos la variante por lo cabal como adverbio de modo de hablar:

(19)

Muy por lo cabal habló Plinio el menor en una carta diciendo ser gran don de Dios hacer cosas dignas de ser escritas o escrebir cosas dignas de ser leídas, mas mucho más alcanzar lo uno y lo otro. (1589 Juan de Pineda: Diálogos familiares de la agricultura cristiana, CORDE)

[21] La primera definición lexicográfica de al cabal es «Phrase adverbial. Lo mismo que cabalmente y al justo. No es muy usada. Lat.Aeque. Adamussim» (DRAE 1817: s.v. justo). Las locuciones al justo y al cabal aparecen en los diccionarios desde el siglo XVIII y al cabal se califica desde las primeras entradas lexicográficas de no muy usado o anticuado. Actualmente al cabal se clasifica de «desusado» (DLE 2014: s.v. cabal), etiqueta que parece justificada porque no se encuentra ninguna documentación posterior a 1612. Aparte de la definición 'cabalmente, al justo', en la que coinciden la mayoría de los diccionarios, encontramos en el NTLLE 2001 algunas definiciones particulares como «Lo mismo que propiamente, o puntualmente» (DRAE 1791: s.v. cabal) y «con toda fidelidad» (Castro y Rossi 1852: s.v. cabal). Estas vacilaciones podrían reflejar el uso marginal y anticuado de al cabal, que dificulta la definición de su significado.

[22] Tanto las fechas de al cabal como los contextos de uso hacen pensar que el esquema formal de [a + artículo + adjetivo], ya fijado en al justo, simplemente se rellena con otro adjetivo casi sinónimo. De hecho, la definición de al cabal en los diccionarios citados remite a al justo. La alternancia entre al justo y al cabal se observa en varios textos en los que, además, coocurren con otros lexemas afines, tales como ajustar y ajustado5:

(20)

Acá, cuando se corta un vestido, se toma la medida de pies a cabeza a la persona para quien es, o a la parte del cuerpo para quien se hace el vestido, para que ajuste y venga bien, de suerte que, si el vestido lo enllenásemos de paja o de otra cosa, es otro cuerpo semejante. Eso propio hizo Cristo, que tomó la medida a todos nuestros trabajos para vestirse de ellos y que saliese tan ajustada la compasión y piedad que de ellos habíe de tener, que viniese muy al cabal y que nadie tuviese trabajos que en Cristo no hallase una compasión a su tamaño. Así vemos que, cuando Cristo iba acompañado de mucha gente y le llegó a tocar aquella mujer del fluxo de sangre, dijo: Quis me comprimit? ¿Quién me aprieta? Y fue que la enfermedad y trabajo de aquella mujer, de que Su Majestad iba vestido, le apretaba por venirle tan al justo el remediar las necesidades de los hombres. Desta misma suerte nos hemos nosotros de vestir de Cristo: que las cosas y obras que hizo por el hombre nos aprieten, de suerte que nosotros andemos ajustados, según nuestras fuerzas, a su agradecimiento y al dolor y tormentos que por nosotros padeció. (1610-1612 San Juan Bautista de la Concepción (Juan García Gómez): Exhortaciones a la perseverancia, CORDE)

[23] En el caso de cabal, los significados 'exacto' y 'perfecto, adecuado' surgen del significado base 'entero, completo, que llega hasta el final'. Por esta razón, el matiz semántico propio de al cabal ('por completo, perfectamente') es el de la cantidad completa y entera, la cantidad que corresponde (cf. DLE 2014: s.v. cabal; Gerhalter, en prensa: § 3.2). Las dos locuciones al justo y al cabal comparten, pues, el significado base de exactitud y adecuación, pero aportan matices semánticos propios: mientras que cabal suele referirse al dato exacto como perfecto, completo y entero, justo frecuentemente implica que el número o la cantidad exactos son el mínimo necesario o posible.

2.4 Lexicalización débil de las locuciones adverbiales

[24] Desde una perspectiva más abarcadora la lexicalización es la simple entrada de una forma usual en el inventario léxico de una lengua (Girón Alconchel 2008: 366), esto es, su adopción institucional en el léxico (Brinton & Traugott 2005: 89). En el caso de las locuciones adverbiales al justo y al cabal, estamos efectivamente ante dos locuciones formalmente fijadas y cuyos significados específicos se incluyen en el repertorio léxico del español. Se trata, pues, de dos locuciones fijadas y convencionalizadas que aparecen recogidas en los diccionarios.

[25] Sin embargo, estas locuciones no cumplen varios de los requisitos postulados por Brinton & Traugott (2005: 96-99) del proceso de lexicalización en un sentido más estricto. Según estos autores, la lexicalización es el proceso de fijación gradual de un nuevo significado no directamente derivable de los constituyentes léxicos, que conlleva obligatoriamente fusión (pérdida de límites morfológicos) y posiblemente pérdida de composicionalidad interna, así como cambios fonéticos, morfológicos y/o semánticos y, ocasionalmente, univerbización. Según Brinton & Traugott (2005: 96, 98), la formación de palabras no es lexicalización si las nuevas palabras son altamente transparentes y no sufren cambios posteriores a su formación, tal como los que se acaba de enumerar. En este caso, las locuciones al justo y al cabal son simplemente formaciones adverbiales constituidas a partir de adjetivos, las que se crean aplicando un esquema morfosintáctico transparente y – en su momento – productivo, el cual también produce otras variantes como a lo justo. No hay fusión morfosintáctica ni cambios semánticos en al justo y al cabal, ya que su significado conceptual procede directamente de los adjetivos base. No obstante, no adoptan toda la polisemia de aquellos, sino que se limitan a determinados matices semánticos.

[26] Siguiendo el esquema de lexicalización y gramaticalización de Girón Alconchel (2008: 371), las unidades analizadas no pasan, pues, de una primera etapa de colocación que da lugar a signos nuevos que entran en el inventario y que experimentan una primera lexicalización débil y menos estable. Como señalan Hummel et al. (2019), la mayoría de los adverbios preposicionales han sido estudiados como unidades fraseológicas lexicalizadas, esto es, como unidades formal y semánticamente fijadas. Algunas locuciones adverbiales con preposición sí se fusionan a través de su uso frecuente (Hummel et al. 2019: 1091, 1100; Hummel 2019a: 153) y otras como por cierto y de fijo desarrollan nuevos significados y usos discursivos por procesos de pragmaticalización o gramaticalización (Hummel 2019a: 157). En cambio, este no es el caso de al justo y al cabal. Probablemente por su baja frecuencia y por caer (casi) en desuso no experimentan desarrollos semántico-pragmáticos o sintácticos posteriores que puedan clasificarse propiamente de gramaticalización y/o de lexicalización. Únicamente la extensión sintáctica de al justo a focalizador de sintagmas quizás podría considerarse un posible paso hacia una gramaticalización posterior, que, sin embargo, no se produce6.

2.5 El origen ¿culto o popular? en el lenguaje científico-técnico del siglo XVI

[27] En general se asume que los adverbios preposicionales cuentan con una tradición popular y son productivos desde los inicios de las lenguas romances hasta el siglo XVI (cf. Hummel 2018a, 2019a; Hummel et al. 2019). Aparte de la tradición oral popular, también hay un grupo de sintagmas preposicionales que pertenecen a la lengua culta y entran en la lengua hablada por un proceso llamado coloquialización (cf. Hummel 2019b: 32). Para poder reconstruir el origen culto o popular de al justo nos fijaremos en el tipo de texto en el que se documentan los primeros ejemplos del corpus. Estos, obviamente, representan la lengua escrita y solo de manera indirecta permiten sacar conclusiones sobre la lengua hablada de la época.

[28] En sus orígenes al justo se documenta en tratados científicos y técnicos sobre navegación, orfebrería, artesanía, arquitectura, medicina, artillería, etc. Además, la locución adverbial se extiende a otros tipos de texto, tales como textos administrativos, ordenanzas religiosas, crónicas narrativas y textos literarios, tanto en prosa como en poesía. Adquiere, pues, un uso amplio, pero en las primeras documentaciones predomina claramente un determinado tipo de discurso. Ahora bien, ¿es el lenguaje científico, técnico y artesanal del siglo XVI un discurso más bien culto y elaborado o refleja la tradición oral?

[29] En la España del siglo XVI ciencia y tecnología estuvieron a la altura de otros países europeos. Lo moderno y el avance técnico fueron alabados por autores españoles de tratados sobre ingeniería (especialmente, construcción náutica), navegación o cálculo mercantil (López Piñero 1999: 331). Durante el renacimiento, el español se convierte en vehículo de divulgación científica en competencia con el latín (cf. Mancho Duque 2017). Según López Piñero (1999: 326), en el siglo XVI el latín se mantuvo en textos académicos más teóricos, abstractos y filosóficos, mientras que el español se empleó para las materias de carácter más aplicado y descriptivo. Así, todos los textos científicos sobre navegación, metales, minerales e ingeniería se escribieron en español (López Piñero 1999: 327; Teixidó Gómez 2013). La imprenta y el avance técnico también fomentaron la creación de una literatura científica escrita en español para una mejor comprensión y una divulgación más amplia entre el público interesado: los lectores (generalmente laicos y cultos) que buscaban aprender técnicas que todavía desconocían (Mancho Duque 2017: 551).

[30] En los textos que instruyen sobre cómo aplicar técnicas o artes se opta por un estilo claro, sencillo y comprensible, por lo que reflejan un «nivel lingüístico medio o mediocritas, recomendado también por los erasmistas, que no correspondía al de las élites del saber, pero tampoco se rebajaba al del vulgo» (Mancho Duque 2005: 289). Se trataría, pues, de un nivel lingüístico intermedio entre lo culto y lo popular. Este estilo es elaborado, elegante y cuidado, pero a la vez austero, ya que busca claridad expositiva, ordenación conceptual y concisión para que los textos sean asequibles (Mancho Duque 2017: 551).

[31] El grado de oralidad en estos tratados depende de su contenido. Según Mancho Duque (2005: 289), aquellos que «contienen un saber práctico que antes se había transmitido gremialmente de manera oral, presentan mayores rasgos de espontaneidad fonética, sintáctica y léxica». Además, la gran mayoría del léxico específico de maquinaría, ingeniería y de herramientas renacentistas son de origen patrimonial, ya que el conocimiento técnico e ingenieril se ha transmitido por vía popular (Martín Herrero 2013: 200).

[32] Recordemos que las primeras documentaciones de al justo provienen de textos que instruyen sobre cómo usar de manera exacta y rigurosa ciertos instrumentos, aparatos y herramientas, sobre cómo aplicar determinadas técnicas o sobre cómo calcular con precisión fechas o precios. La finalidad de estos textos es claramente práctica y, por este motivo, requieren un estilo claro, comprensible y exacto. En este sentido, nos parece justificado anclar el origen de la locución al justo en dicho «nivel lingüístico medio», que selecciona aquellas formas que se consideran claras y transparentes, pero aun así elaboradas y no vulgares.

[33] El significado de al justo y al cabal tenía que ser transparente para los destinatarios de estos textos. Por esta razón, suponemos que ambos adjetivos, justo ('exacto') y cabal ('exacto, cumplido'), tuvieron un uso generalizado en diversos registros de aquella época (véase más adelante, el apartado 3 sobre el origen léxico de ambos). Además, la creación de locuciones adverbiales del tipo [preposición + adjetivo] era corriente y productiva (Hummel et al. 2019: 1108, 1119; Hummel 2019a: 163), por lo que formaciones nuevas como al justo y al cabal debían haber sido fácilmente comprensibles. Ya que al justo y su variante al cabal se expanden rápidamente por otros tipos textuales más cultos, incluyendo el lenguaje poético (ver ejemplos 12 y 13), cabe suponer – al menos en la lengua escrita – una amplia difusión a través de diversos estilos y niveles lingüísticos.

[34] No obstante, los datos exclusivamente escritos no permiten sacar conclusiones directas sobre el uso de la locución al justo en la lengua hablada. Ejemplos presuntamente más cercanos a la oralidad, como el siguiente del corpus CORDIAM, atestiguan el uso de la colocación venir al justo en registros menos cultos, en este caso, del español peruano de inicios del siglo XVII:

(21)

Responde la muger: / «¡Qué bien dicho y pensado, señor mío de mis ojos pues que Dios nos a dado tantos / hijos para ganar plata y ser rrico, el hijo llamado Yaguito sea / cleriguito, y Francisquillo tanbién. Porque ganarán plata y / nos enbiará yndio, yndias a seruirnos. Y demás desto, mucho rregalo / de perdís y gallinas, güebos, fruta, maýs, papas hasta las yeruas / que comen los yndios. Y nos enbiará chenitas y muchachitos, / yndias depocitados. Pues, señor, ¿no será bueno que Aloncito sea flayre / agustino, y Martinillo, dominico, Gonzalico, merzenario? ¡O, / mi dios, que biene tan al justo que nos a de rregalar mucho estos hijos!» (ca. 1615, documentos cronísticos de Perú: Crónica de Huamán Poma de Ayala, Capítulo del corregimiento, CORDIAM)

[35] En definitiva, los ejemplos del corpus no revelan si al justo pasó de la tradición oral a la lengua escrita o si, al revés, se elaboró en la lengua escrita y luego pasó a la lengua hablada por coloquialización. Para continuar con esta pregunta de investigación conviene contrastar al justo con la variante claramente oral: el adverbio corto justo.

3. Las familias léxicas: variación y selección en el paradigma adverbial

[36] Tras perfilar la diacronía de la locución adverbial al justo y sus variantes a lo justo y al cabal, pasamos a la comparación con el paradigma más amplio de los adverbios de exactitud de las mismas bases léxicas. Como indica el título del proyecto, Third way, los adverbios formados por preposición y adjetivo son considerados una de varias soluciones para crear adverbios a partir de adjetivos. Otras 'vías' son los adverbios cortos, esto es, el uso del adjetivo en función adverbial (como en el caso de justo) así como la derivación de los adverbios terminados en ‑mente (justamente y cabalmente). Estos tipos de adverbios se diferencian generalmente en cuanto a su registro de uso: mientras los adverbios en ‑mente pertenecen a la norma culta y se prefieren en la lengua escrita, los adverbios cortos pertenecen a la tradición oral y al registro informal-popular (cf. Company Company 2012, 2014; Hummel 2014).

[37] Para esta comparación nos basaremos en nuestros datos sobre justamente, cabalmente y justo (cf. Gerhalter, en prensa) extraídos del Corpus del Nuevo diccionario histórico (CDH)7. También tendremos en cuenta los demás adjetivos de exactitud (preciso y exacto) que no han originado locuciones adverbiales como *al preciso o *al exacto. Así, pretendemos observar los límites de la productividad del esquema [preposición + adjetivo].

3.1 La cronología del paradigma justo - justamente - al justo hasta el siglo XVI

[38] La tabla 2 muestra la cronología de la familia léxica de justo de acuerdo con las primeras documentaciones en el CDH. El significado original de este lexema se transmitió por vía culta (lat. iustus > esp. justo1 'según la justicia, el derecho, las leyes de Dios') y, concretamente, se reintroduce en las lenguas romances a través del latín cristiano medieval (cf. FEW: s.v. justus; DHLF 2000: s.v. juste). El cambio semántico gradual del adjetivo justo ('según la justicia' > 'exacto') produjo un nuevo significado en el siglo XV. Este segundo significado ('exacto') y el tercero ('apretado, ajustado') son los que dan lugar al adverbio corto justo y, más tarde, a la locución adverbial al justo. Mientras que el adverbio derivado justamente se usa con los tres significados, y ya aparecía en la Edad Media con el significado de 'conforme a la justicia', el adverbio corto justo y la locución adverbial al justo no se documentan con este significado original.

adjetivo

sustantivo

adverbio corto

adverbio en ‑mente

locución adverbial

siglo XIII

justo1 'según la justicia'

justo1

justamente1

siglo XIV

siglo XV

justo2 'exacto'

justo2

siglo XVI

justo3 'ajustado'

justo3

justamente2,3

al justo2,3

Tabla 2: La cronología de la familia léxica de justo

[39] Probablemente la ausencia de una locución adverbial al justo con el significado originario de justicia se debe a que justo1 ('según la justicia') constituye un cultismo. En cambio, el lexema romance patrimonial-popular para el concepto de 'según la justicia' es heredado del lat. directus, es decir, derecho en español (FEW: s.v. juste; García Hernández 2010: 44). Así, derecho y derechero todavía superan en frecuencia a justo y justicia en los textos alfonsíes en el CDH (Gerhalter, en prensa: § 3.1.2.1). Aparte de las diversas variantes populares del adverbio derivado documentadas en el corpus (derechamientre, derechamiente, derechamentre, derechamente), también existe una serie de locuciones adverbiales de la misma base léxica que remiten al significado 'con justicia': a derechas / al derecho ('con acierto, con destreza, con justicia, bien o como es debido'), a las derechas ('bien y rectamente'), de derecho ('de acuerdo con la ley') y por derecho ('legalmente, bien o como es debido, con rectitud, directamente') (DLE 2014; Seco 2017: s.v. derecho). La riqueza y diversidad de formaciones preposicionales con derecho apuntan a una creación productiva. Estas locuciones parecen llenar el vacío de locuciones adverbiales con la base de justo1 ('según la justicia'). El hecho de que existen varias locuciones adverbiales con derecho, pero ninguna con justo 1 ('según la justicia'), indica que las locuciones de este tipo se crean preferentemente con lexemas populares y no cultos.

[40] A nuestro modo de ver, el lexema justo entra en el registro popular (coloquialización) a través de los nuevos significados de justo2 ('exacto') y justo3 ('apretado'). Por esta razón, justo se usa también como adverbio corto y en forma diminutiva (muy justito) con estos dos significados y, además, el segundo significado desarrolla más tarde valores pragmáticos y discursivos (Gerhalter, en prensa: capítulos 5, 6). Dado que la locución adverbial al justo aparece con posterioridad al adverbio corto justo ('exacto') y solo adopta los significados de este, es probable que se creara como alternativa al adverbio corto y no al adverbio en ‑mente. Esta idea apoya la hipótesis de Hummel (2014: 697-705) de que las locuciones adverbiales con preposición podrían tener un origen en común con los adverbios cortos. Así, al justo se usa como alternativa al adverbio corto justo en casos como los siguientes, en los cuales la selección de las variantes quizás simplemente dependa de la métrica de los versos:

(22)

Vestireys a vuestro gusto,
si en vestir justo consiste,
porque el oficial que os viste
jamas vistio sino al justo.
El mismo os viste que a Dios,
por ser el mas acertado,
y aunque al justo os le ha cortado,
os vendra muy ancho a vos. (1600-1612 Alonso de Ledesma: Conceptos espirituales, CORDE)

[41] El que al justo sea una variante del adverbio corto justo se confirma también en la colocación con el verbo venir (el verbo más frecuente con el que se combina al justo). La colocación venir justo ('exacto, apretado') se atestigua ya a inicios del siglo XV. En estos casos justo es un adjetivo predicativo flexionado que concuerda con el sujeto de la oración:

(23)

E tenía una puerta en las espaldas que venía muy justa, que por su juntura aire nin agua entrar non podién; e por allí avié de entrar e salir en él la gente que en él se ençerró. (1427-1428 Enrique de Villena: Traducción y glosas de la Eneida. Libros I-III, CDH)

Mientras que la colocación con venir ocurre tanto con la forma simple justo como, más tarde, con la locución al justo, solo esporádicamente se documenta venir justamente (Gerhalter, en prensa: § 3.1.7.3). Esta colocación muestra, pues, una interfaz entre funciones adjetivales (justo como adjetivo predicativo en venir justo) y funciones adverbiales (al justo y justamente como modificadores verbales de venir).

[42] Al ser intercambiables en varios contextos, justo, justamente y al justo forman un paradigma adverbial. Se trata de variantes morfológicas de una misma raíz léxica (justo) que aparecen en una misma función sintáctica (adverbial) y tienen un significado en común ('con exactitud'). En primer lugar, los adverbios de exactitud de la base léxica justo son intercambiables como adverbios de modo y aparecen en contextos parecidos:

(24)

Capitulo .viijo. Del jnuentor dela sierra.(s)[S]ierra es vn jnstrumento de que mucho los carpenteros se ayudan para cortar qualquier madera mas justo & mas ayna […] Capitulo .ijo. delos primeros ynuentores delos jnstrumentos de labrar & coger & medir pan [P]ues que el primero ombre non ovo conosçimjento delos jnstrumentos con que agora los labradores labran la tierra njn para coger pan njn para lo trillar & aljmpiar & avn medir justo es segunt nuestro proposito delo aquj declarar […]. (1453-1467 Alfonso De Toledo: Invencionario. BNM 9219, CORDE)

(1)

Yo creýa que no havía otro artificio para examinar la media caña que se cava en la coluna sino el marco, siquier molde, que se corta al justo del semicírculo, y agora dizes que con el esquadra, que no tiene otra figura sino un ángulo quadrado […]. (1526 Diego de Sagredo: Medidas del romano, CORDE)

(25)

y de la otra parte se hará con una córcoba, de manera que se pueda quadrar, porque ha de tener en medio un agujero quadrado donde ha de entrar la vara justamente, haziendo con el dicho martillo o sonaxa ángulos rectos, […]. (1587 Diego García de Palacio: Instrución náuthica para el buen uso y regimiento de las naos, su traça y gobierno, CORDE)

El ejemplo (24) es el primero que encontramos del adverbio corto justo. Aparece como adverbio de modo de los verbos cortar y medir, esto es, el mismo contexto de uso que se da posteriormente en el sinónimo al justo. Tal contexto de uso es algo más tardío en justamente.

[43] En segundo lugar, también son intercambiables como adverbios de foco, es decir, en la función de modificadores de sintagmas. En estos contextos el adverbio corto justo ocasionalmente se flexiona y concuerda en número y género con el sintagma focalizado8. Además, el valor semántico-pragmático de la precisión de un número exacto aparece también en el adjetivo base justo (Gerhalter, en prensa: § 5.2.3). Como muestran los ejemplos siguientes, el panorama de la focalización de números exactos en el siglo XVI abarca toda una serie de variantes: adverbio derivado en ‑mente, adverbio corto flexionado, adverbio corto invariable, locución adverbial y adjetivo. El enriquecimiento de este inventario adverbial coincide con la elaboración lingüística de las lenguas romances hasta el siglo XVI (cf. Hummel 2019a).

(26)

Y veniendo poniendo las rayas azia man izquierda no oviere justamente tres letras sino una letra o dos letras, […]. (1512 Juan De Ortega: Composición del arte de la aritmética y geometría, CORDE)

(27)

el de la carabela Niña se hallaba de Canarias 440 leguas, el de la Pinta 420, el de la nao capitana, donde iba Cristóbal Colón, justas cuatrocientas. (1527-1561 Fray Bartolomé de las Casas: Historia de las Indias, CORDE)

(28)

Y si pasaren de noventa, los que fueren más de noventa estaremos apartados de la equinocial hazia el polo que el sol declinare. Y si fueren justo noventa, estaremos debaxo de la equinoccial. (1551 Martín Cortés Albacar: Breve compendio de la esfera y de la arte de navegar, CORDE)

(14)

Todos los cuales números de leguas vienen a ser, al justo, dos mil ochenta leguas, que he dicho que había desde la entrada de el estrecho de Magallanes al mismo puerto de Cartagena. (1575 Juan de Escalante de Mendoza: Itinerario de navegación de los mares y tierras occidentales, CORDE)

(29)

Pues sabe que con la mesma abiertura de compás con que se escriviere, con esa mesma ha de ser medida seys vezes justas su circumferencia. (1598 Juan Alfonso de Molina Cano: Descubrimientos geométricos, CORDE).

[44] Según nuestros datos (cf. Gerhalter, en prensa: § 3.1), después del adjetivo justo ('exacto') el primer integrante del paradigma de los adverbios de exactitud de esta base léxica es el adverbio corto que aparece a mediados del siglo XV (véase el ejemplo 24). Es decir, la variante adverbial propia de la lengua hablada y popular es la primera en documentarse en el corpus. Los adverbios propios de la lengua escrita y probablemente más culta son posteriores: el adverbio derivado justamente2 ('exactamente') y la perífrasis adverbial al justo aparecen en los corpus de referencia en la primera mitad del siglo XVI.

[45] En resumen, hemos argumentado que al justo se crea como variante del adverbio corto justo y no de justamente. La locución adverbial al justo surge, pues, como sinónimo del adjetivo adverbial justo en sus dos funciones sintácticas principales: la de adverbio de modo y la de adverbio de foco. Gracias a su marca formal de adverbio al justo presenta una mayor movilidad sintáctica y aparece en posiciones en las que no puede sustituirse por la forma ambigua justo:

(30)

No con furor sañoso
me confundas, Señor, estando airado,
ni con ceño espantoso
me castigues, tassado
quanto merece al justo mi pecado. (1550 Fray Luis de León: Traducciones sacras, CORDE)

3.2 El paradigma cabal - cabalmente - al cabal hasta el siglo XVI

[46] A diferencia de justo, la familia léxica de cabal es de origen patrimonial o popular. El adjetivo cabal ('perfecto, exacto, terminado, porque llega hasta el final') deriva del sustantivo cabo (< lat. caput) y está documentado desde los primeros textos en castellano (Corominas & Pascual 1997: s.v. cabal). El adjetivo medieval cabal es propiamente iberorromance y aparece en todas las variedades de la Península ibérica, desde el portugués hasta el catalán e incluso en provenzal (cf. las entradas de cabal en DHLE 1933-1936; Alonso 1958; Machado 1967; García de Diego 1985). En cambio, la creación de la locución al cabal parece ser más reducida, ya que no encontramos indicios de ella en el caso del portugués.

[47] Para esta familia léxica conviene incluir, además de cabal y cabalmente, la locución fraseológica a(l) cabo de ('después de'). Todas estas expresiones se usan para realzar la exactitud en la cuenta del tiempo, o sea, en el número de los días, meses o años cumplidos. Se documentan ya en la Edad Media (cf. las entradas de cabo en Corominas & Pascual 1997; Lapesa et al. 2003) y en el CORDE las expresiones a cabo de, cabalmente y cabal se atestiguan desde el siglo XIII:

(31)

(31) porque lo contedes, e fallaredes que viene siempre este sábado de sedmanas a cabo de siet sedmanas de años. E si alguno bien lo quisiere contar en siet sedmanas de años á VII VII años en la sedmana, como á en la sedmana siet días, fallará ý XLIX años cabalmientre, e el que viene adelant es el Lo año, e aquell año mandó Dios que fuesse el jubileo. (1275 Alfonso X: General Estoria. Primera parte, CORDE)

(32)

Et asy commo cuenta paulo orosio en el.xvj. capitulo del seseno libro del dia que jullio çesar salio de la çibdat de rroma desta vez fue a diez & siete dias cabales en syguença. (1284 Alfonso X: General Estoria. Quinta parte, CORDE)

[48] En conclusión, las primeras expresiones usadas en castellano para subrayar la exactitud de los números son el adjetivo cabal, la locución al cabo de (exclusivamente en el contexto temporal) y el adverbio cabalmente. Este último se documenta solo con el sufijo medieval -mientre, considerado una variante más vernácula y menos culta que ‑mente (Company Company 2012: 25-32). El grupo cabal - cabalmente - al cabo de complementa y anticipa, pues, el panorama – presentado en el apartado anterior – de los focalizadores de exactitud de la familia léxica de justo - justamente - al justo del siglo XVI.

[49] Sin embargo, a pesar de que el adjetivo cabal ('exacto') sea anterior a justo ('exacto'), la locución adverbial [a + artículo + adjetivo] solo se crea después de que justo adquiera el significado de 'exacto'. Como mostramos en el apartado 2, la locución al cabal aparece unas décadas más tarde que al justo y su frecuencia de uso es inferior a esta última expresión. Al cabal tampoco pasó a usarse como adverbio focalizador de números, más bien quedó limitado al uso como adverbio de modo. Probablemente por este motivo no se justifica considerar la locución al cabal como variante de cabalmente y cabal, sino más bien habría que interpretar la creación de al cabal como una analogía semántica y formal deal justo. Es decir, al cabal solo entra en el paradigma cabalmente - cabal - al cabo de - al cabal a través de al justo.

[50] La creación de al cabal, siguiendo el patrón de al justo, es fruto de la productividad de este esquema de creación adverbial a partir de adjetivos de exactitud, el cual durante el apogeo de al justo a mediados del siglo XVI se extiende a otros adjetivos con significado afín. Al igual que el caso de las locuciones al derecho, por derecho, etc. (v. nota a pie de página 4), la creación de al cabal indica que las locuciones adverbiales con preposición prefieren adjetivos de origen y uso popular. Dado que, en general, varias locuciones adverbiales se crearon sistemáticamente para la elaboración de las lenguas romances escritas (Hummel et al. 2019: 1082, 1093), también es probable que la creación de al cabal fuera un intento de adaptar y adecuar una formación o variante adverbial de este adjetivo popular en la lengua escrita. En cambio, no se documenta en el corpus un uso de cabal que pudiera ser clasificado claramente de adverbio corto, ya que predomina su uso flexionado y adjetival (Gerhalter, en prensa: § 3.2.2). Mientras que tal adverbio corto probablemente quedó limitado a la lengua hablada, la variante con preposición sí aparece por escrito.

3.3 Comparación cuantitativa entre justo vs. al justo vs. justamente

[51] Consideramos al cabal una variante secundaria de al justo con una frecuencia tan baja que no permite un análisis cuantitativo representativo. Por este motivo, nuestro análisis contrastivo de los datos cuantitativos solo tiene en cuenta la familia léxica de justo. Para ver cuál de las variantes adverbiales fue la preferida en términos de frecuencia de uso en distintas fases históricas, pasamos a comparar los datos ya presentados para al justo (apartado 2) con los de las alternativas justamente y justo.

[52] La temprana documentación del adverbio corto justo en el corpus puede verse como prueba de la coloquialización del adjetivo justo ('exacto'). Se documenta en el corpus como adverbio invariable y flexionado durante los siglos XV, XVI y XVII, que prácticamente desaparece durante los siglos XVIII y XIX. En el siglo XX el adverbio corto justo – ya solo invariable – recupera peso y su frecuencia en el corpus sube de manera casi exponencial (Gerhalter, en prensa: § 3.1.8). Suponemos, pues, que el uso adverbial de justo surge y se mantiene en la lengua oral. Se filtra en la escritura en épocas más 'tolerantes' con la oralidad (siglos XV-XVI y XX), mientras que se reprime especialmente en épocas de mayor presión normativa (siglo XVIII)9. Es decir, el adverbio corto justo se limitó a la lengua hablada hasta el siglo XX, cuando finalmente es aceptado por la norma de la lengua escrita, es decir, cuando la escritura se abre a la oralidad. Con mucha probabilidad el adverbio justo se encuentra insuficientemente representado en el corpus anterior al siglo XX.

[53] Desde el punto de vista metodológico no es posible cuantificar el total de ocurrencias del adverbio corto justo en el CDH, ya que su etiquetado semi-automático no diferencia entre usos adverbiales y adjetivales de justo, atribuyendo dos o más etiquetas a la mayoría de los casos. Habría que cribar manualmente un sinnúmero de resultados para contar los casos pertinentes al adverbio corto justo. Por este motivo, nuestro análisis cuantitativo se limita a una muestra base de 100 ejemplos del lema justo para cada medio siglo, sacada sin selección previa de ningún tipo (Gerhalter, en prensa: § 2.2.1). Esta muestra contiene 10 ocurrencias de la locución al justo, todos ellos de los siglos XVI y XVII. En este mismo período solo hay 3 ejemplos del adverbio corto justo (de un total de 400 ejemplos del justo como sustantivo, adjetivo, etc., incluyendo formas flexionadas). Por lo tanto, durante su fase de apogeo la locución adverbial al justo fue más frecuente en la lengua escrita que el adverbio corto justo.

[54] Frente al adverbio corto justo – que probablemente era la variante propia de la lengua hablada – los datos cuantitativos del corpus confirman que la locución adverbial con preposición fue la solución mejor aceptada por la escritura. A diferencia de los adverbios cortos, que no se distinguen en ninguna marca formal de los adjetivos correspondientes, las preposiciones marcan sintácticamente la función adverbial del adjetivo (Hummel 2019b: 35). Por tal razón, las locuciones adverbiales con preposición son más 'elaboradas' que los adverbios cortos y proliferan durante el proceso de elaboración de la lengua escrita (Sprachausbau) hasta el siglo XVI (Hummel 2019b: 304, 307-308).

[55] A nuestro modo de ver, la comparación de al justo con justo apunta a que la primera expresión no había pasado por una coloquialización, es decir, que de la elaboración del registro escrito se haya integrado posteriormente en la lengua hablada. El adverbio corto justo se sigue usando en el español contemporáneo y su auge repentino y exponencial en el corpus escrito del siglo XX permite reconstruir una tradición oral continua. En cambio, esta situación no es el caso de al justo. En corpus contemporáneos como CREA o CORPES XXI no encontramos ningún ejemplo de al justo en la parte oral. Habría que realizar un estudio más riguroso para comprobar si al justo se conserva en la lengua hablada, quizás de alguna variedad local.

[56] Al justo se crea, pues, como variante más elaborada del adverbio corto justo en la lengua escrita. Sin embargo, en la lengua escrita entra en competencia con el adverbio derivado justamente. Un número más manejable de ocurrencias de justamente en el corpus nos permite contrastar directamente las frecuencias de uso de justamente y al justo. La tabla 3 y la correspondiente visualización en la figura 3 comparan la frecuencia normalizada (por un millón de palabras) de justamente y de al justo, calculada para cada uno de los cortes temporales de 50 años. Diferenciamos entre el significado original de justamente1 ('según la justicia') y los nuevos significados justamente2,3 ('exacta, ajustada, apretadamente'). De este modo, mientras los datos de justamente (total) incluyen los ejemplos de justamente1 ('con justicia'), tanto la segunda columna como la segunda línea de la figura – de acuerdo con nuestro recuento de la muestra base (Gerhalter, en prensa: § 3.1.8) y la proyección de los correspondientes porcentajes sobre la frecuencia normalizada en el CDH – corresponden solo a justamente2,3 ('exacta, ajustadamente'). Esta proyección permite comparar directamente las frecuencias de uso de aquellos significados que justamente comparte con al justo.

justamente (total)

justamente 'exacta, apretadamente'

al justo 'exacta, apretadamente'

1500-1549

29,95

0,6

0,15

1550-1599

26,82

2,14

3,11

1600-1649

25,16

0,5

3,03

1650-1699

18,23

0,73

0,93

1700-1749

22,96

2,76

0,16

1750-1799

27,81

6,12

0

1800-1849

23,91

10,04

0,27

1850-1899

12,28

8,35

0,06

1900-1949

18,43

16,96

0,06

1950-1975

25,95

23,87

0,07

Tabla 3: Frecuencia normalizada (casos por un millón de palabras) de justamente (fuente: CDH) y de la locución adverbial al justo (fuente: CORDE)

Figura 3: Visualización gráfica de la tabla 3

[57] A pesar de que, en total, justamente es obviamente más frecuente que al justo, la diferencia es menor cuando consideramos solo los ejemplos de justamente ('exacta, apretadamente'), es decir, sus contextos en los que puede alternar con al justo. Durante el pico de uso de al justo (segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII), la locución adverbial es incluso más frecuente que el adverbio en ‑mente. Por consiguiente, entre las variantes adverbiales con base léxica en justo la preferida para expresar exactitud entre mediados del siglo XVI y mediados del siglo XVII – al menos en la lengua escrita recogida en el corpus – parece haber sido la locución adverbial al justo, por encima del adverbio justamente y del adverbio corto justo. Mientras que justo (adverbio) seguramente era la forma preferida en la oralidad, la escritura, a su vez, prefería formas más elaboradas, favoreciendo durante una primera fase la locución adverbial con preposición.

[58] A modo de ejemplo, citamos varios pasajes del autor que más veces usa la locución al justo en el corpus. Se trata de los Diálogos familiares de la agricultura cristiana, publicados en 1589 por el autor franciscano Juan de Pineda. Según la crítica literaria, el autor reproduce en esta obra una diversidad de estilos lingüísticos heterogéneos que van desde registros elevados hasta giros y expresiones populares (Vian Herrero 2005: 82). La locución al justo es la variante más usada, que además alterna con las otras:

(33)

Otro primor de naturaleza notaréis en las junturas de los huesos que digo, que, como en los quicios de las puertas el guijo asienta y entra en el tejuelo, ansí, el un hueso tiene su concavidad y el otro su prominencia o espigo que entra y encaja en ella muy al justo, con lo cual está más fuerte su trabazón.
[…]
Muchas veces he pensado con cuán grande artificio estén compuestas las sanctas Escrituras, pues no hay piedra ni otro material en ellas que no venga justo para muchos puestos, como si para cada uno se cortara.
[…]
porque, si dais menos, faltáis de la iguala que debíades hacer con la paga a la deuda, y como no viene igual, tampoco viene justa; y, si dais más de diez, no cabe en justicia, ni viene al justo con la deuda de diez los once o doce que dais.
[…]
Lo mesmo concede Herodoto de alto y ancha, en la muralla, y de circuitu también, porque sus cuatrocientos y ochenta estadios hacen justos los sesenta mil pasos de Plinio, porque cada estadio es medida de ciento y veinte y cinco pasos;
[…]
Andrónico.- Apreciando mi diamante por esta regla, ¿qué valor será el suyo, siendo el de ocho quilates?
Filaletes.- Vale justamente tres mil y doscientos ducados , porque multiplicando sus ocho quilates y diciendo ocho veces ocho llegan a sesenta y cuatro; […].
(1589 Juan de Pineda: Diálogos familiares de la agricultura cristiana, CORDE)

[59] Con treinta ejemplos la locución adverbial al justo representa la variante más usada en este texto. En cambio, únicamente existen tres ejemplos de justo como adverbio corto (uno invariable y dos flexionados) y uno solo de justamente2 ('exactamente'). Este último es puesto en boca del personaje que probablemente represente el registro más elevado: Filaletes, un sacerdote maduro y ejemplar que oficia de maestro (Vian Herrero 2005: 82). El autor emplea también el adverbio de exactitud precisamente y el adjetivo preciso, y todavía no aparecen ni exacto ni exactamente. A su vez, cabalmente y por lo cabal solo aparecen con el significado de 'perfectamente, con razón' como adverbios de modo de verbos como decir. La tabla 4 muestra el recuento de los diversos adverbios de exactitud usados por el autor y considera también los demás significados de los adverbios polisémicos.

Nº de ejemplos

Adverbios

30

al justo 'exacta, adecuadamente'

3

justo (adverbio corto) 'exacta, adecuadamente'

1

justamente 'exactamente'

7

precisamente 'exactamente'

15

justamente 'según la justicia de Dios'

16

cabalmente 'perfectamente'

1

por lo cabal 'perfectamente'

-

al cabal

-

exacto / exactamente

Tabla 4: Adverbios en los Diálogos familiares de la agricultura cristiana de Juan de Pineda, 1589

[60] En resumen, el panorama que se observa hacia finales del siglo XVI es el de variación entre las diversas variantes adverbiales. De todo el paradigma de los adverbios de exactitud basados en justo, la locución al justo es la variante más documentada en el corpus hasta mediados del siglo XVII. Por consiguiente, estos datos demuestran que durante una primera fase de elaboración y consolidación de la lengua escrita (Sprachausbau) la expresión al justo constituye la variante preferida.

3.4 Marginalización de las variantes con preposición a partir del siglo XVII

[61] La marginalización tanto de los adverbios cortos como de las locuciones adverbiales a partir de la segunda mitad del siglo XVII se debe a que sufren un desplazamiento por parte de los adverbios en ‑mente. Es en el siglo XVII cuando el purismo lingüístico y la normalización empiezan a intervenir (Hummel 2019a: 156). Los siglos XVII y XVIII son particularmente puristas frente a los siglos anteriores y posteriores: el control lingüístico normativo favorecía los adverbios en ‑mente y rechazaba los adverbios cortos que antes se usaban con mayor libertad (Hummel 2014: 649). El favorecimiento de los adverbios en ‑mente afectó a las locuciones adverbiales en la medida en que no todas pasaron la selección normativa radical (Hummel 2019b: 35).

[62] En el caso de los adverbios de exactitud, al justo – a pesar de ser la variante más frecuente durante la segunda mitad del siglo XVI y todo el siglo XVII – acaba casi por desaparecer. Como se observa en la figura 3, desde el siglo XVIII el uso de justamente ('exactamente') aumenta de manera llamativa – tendencia que se observa también en precisamente y exactamente (cf. Gerhalter, en prensa: § 3.3). Los adverbios en ‑mente van desplazando a las demás variantes del paradigma de los adverbios de exactitud. Entre ellas se dejan de usar, a partir de la segunda mitad del siglo XVII, tanto la locución al cabal como el adverbio corto justo en su variante flexionada, y se marginalizan el adverbio corto invariable justo y la locución adverbial al justo.

[63] La diferenciación semántico-funcional entre locuciones adverbiales y las demás variantes de la misma base léxica es otra de las hipótesis del proyecto de investigación (Hummel 2019a: 160-161). En el caso de justo - al justo - justamente si bien hemos visto que la locución adverbial surge como sinónimo del adverbio corto, su marginalización desde mediados del siglo XVII excluye a al justo del desarrollo posterior de las funciones pragmático-discursivas de justamente y justo – el cual se inicia en el siglo XVIII y avanza especialmente durante el siglo XIX (Gerhalter, en prensa: § 5.6.1, § 6.4). Por estos motivos, al justo no desarrolla la misma polifuncionalidad que justamente y justo.

[64] Después del siglo XVI la productividad de los adverbios preposicionales se reduce y solo se mantienen las unidades lexicalizadas como locuciones (cf. Hummel 2019a). Queda, pues, por comprobar si esta es la razón por la que no se crean nuevas variantes de la locución adverbial según el esquema [preposición a + artículo + adjetivo de exactitud] con preciso y exacto, adjetivos que constituyen préstamos cultos del latín, si bien más tardíos que justo.

[65] El adjetivo preciso ('exacto') y el adverbio precisamente ('exactamente') aparecen al principio del siglo XVI y aumentan su frecuencia de uso durante el siglo XVII (Gerhalter, en prensa: § 4.1.1). El uso ocasional de preciso como adverbio corto no pasa de algunas pocas documentaciones anecdóticas del siglo XVI:

(34)

Este tiempo se puede saber de dos maneras: la una por epheméridas o almanach o algunas otras tablas o lunario y por esto se sabe preciso el día, hora y minuto de la conjunción y opposición;
[…] cuelga el astrolabio de la armilla y pon el alhidada contra el sol y álçala o báxala en el quarto graduado hasta que el rayo del sol entre por el agujero pequeño de la pínola y preciso en el otro agujero pequeño de la otra pínola; […]. (1551 Martín Cortés Albacar: Breve compendio de la esfera y de la arte de navegar, CORDE)

Este ejemplo muestra otra variante innovadora de los adverbios de exactitud del siglo XVI. Nuevamente se trata de un texto técnico sobre aparatos científicos, cuentas exactas y operaciones precisas. Sin embargo, preciso como adverbio corto no llega a arraigarse (probablemente por ser un cultismo) ni tampoco reaparece en el siglo XX (como sí es el caso de justo).

[66] El par exacto - exactamente es el último del paradigma: aparece esporádicamente en la segunda mitad del siglo XVI y aumenta su uso a partir de la segunda mitad del siglo XVII. Los escasos usos de exacto como adverbio corto son posteriores; datan del siglo XX (Gerhalter, en prensa: § 3.4.5). El adjetivo exacto parece pasar por un proceso de coloquialización durante el siglo XIX cuando empieza a usarse como marcador de afirmación. Además, en el español contemporáneo es el adjetivo de exactitud más usado en la lengua oral (Gerhalter, en prensa: § 4.1.2).

[67] Por lo tanto, durante el auge de la locución adverbial al justo en la segunda mitad del siglo XVI estaban disponibles como posibles sinónimos de justo no solo el adjetivo cabal, sino también preciso y, en menor medida, exacto. Así, en el período de 1550-1599 del CDH el lema preciso cuenta con 285 entradas en 110 documentos, el lema cabal con 267 en 74 documentos y exacto con 10 en 5 documentos. Es decir, en la lengua escrita de la segunda mitad del siglo XVI preciso ya era tan frecuente como cabal. En la primera mitad del siglo XVII preciso llega a doblar a cabal en el CDH. Aun así, solo se crea la locución adverbial al cabal, es decir, con el adjetivo que cuenta con una tradición oral y popular.

[68] Siendo preciso un préstamo culto y reciente del siglo XVI, no se crea una locución de tipo *al preciso o *a lo preciso. El adjetivo preciso se usa preferentemente en la lengua escrita y hasta hoy es poco usual en la lengua hablada (Gerhalter, en prensa: § 4.1.2). En este sentido, la ausencia de una locución adverbial con preciso también apunta a que estas construcciones prefieren adjetivos del registro popular. En cuanto al adjetivo exacto, este se consolida y coloquializa demasiado tarde como para ocurrir en forma de locución adverbial, construcción que deja de ser productiva después del siglo XVI.

3.5 Conservación de al justo en variedades americanas

[69] Con el fin de comprobar en qué medida las locuciones adverbiales en cuestión se mantienen en el español actual, consultamos otros corpus de referencia. Así, solo encontramos dos ejemplos de al justo en el CORPES XXI y uno solo en CREA, ejemplos que corresponden a corpus escritos, mientras que no se encuentran registros de esta expresión en los corpus orales. A su vez, al cabal no vuelve a documentarse después de 1612.

[70] Al justo parece mantenerse en América; los registros del siglo XX en el CORDE corresponden a Chile y Argentina y los únicos del CORPES XXI a Chile. La locución se usa como adverbio de modo y con el matiz semántico de 'exactamente, lo mínimo necesario o posible':

(35)

Si no fuera porque ella es una de mis herederas, ni se asomaría por esta casa. Su madre le dejó algunas cosas de valor, joyas sobre todo, pero ahora con la crisis vive bastante al justo. (2014 Pablo Simonetti: La soberbia juventud. CORPES XXI, Chile)

(36)

[…] que tiene un sentido claro y conocido, que no es solo (financiar) la reforma educacional, pero con un alto componente en lo educacional, todos los acuerdos son necesarios para lograr las transformaciones. Muchos dirán, no, pero es que tienen los votos. En algunos casos los tenemos, en otros estamos al justo. (2014-07-12 El Mercurio. Santiago de Chile. CORPES XXI, Chile)

[71] La variante a lo justo también se vuelve a documentar en el siglo XX y parece haberse mantenido en algunas variedades del español meridional (Argentina y Andalucía):

(37)

¿Seis, siete, ocho años? ¿Qué edad tenía a lo justo cuando me separaron de la que siempre llamé «mama», para traerme al encierro del pueblo, so pretexto de que debía ir al colegio? Sólo sé que lloré mucho la primera semana […]. (1926 Ricardo Güiraldes: Don Segundo Sombra, CORDE, Argentina)

(38)

Pues voy a hacer por acordarme bien de los baños en cueros en la mar y de noche: eso va a ser lo último-último y a ver si no es agradable y bonito hasta los topes, lo bien que lo pasé yo con aquellos baños ahí en Santipetri y una noche hasta en La Caleta, qué contenta y qué bien, hija. En cueros y con la luna y dos copillas, a lo justo, y cuatro o cinco más aquella noche en La Caleta […]. (1979 Fernando Quiñones: Las mil noches de Hortensia Romero. CREA, España / Andalucía occidental)

[72] El caso de al justo / a lo justo coincide con la observación de Hummel (2019a: 157) de que las locuciones adverbiales con preposición se han conservado más en el español americano que en el europeo, puesto que las variedades americanas están más alejadas de las presiones normativas de la escritura europea moderna. Así, variantes del siglo XVI que luego fueron marginalizadas por la norma estándar europea tuvieron más posibilidades de sobrevivir en América.

4. Comparación con la locución adverbial francesa au juste

[73] La selección y marginalización de variantes adverbiales por presiones normativas no fue exclusiva del español, sino que se dio de manera paralela en varias lenguas europeas (cf. Hummel et al. 2019). La estandarización normativa y la tendencia purista a partir del siglo XVII fue especialmente fuerte en francés (cf. Hummel 2018a). El presente apartado analiza brevemente la locución adverbial francesa au juste para comprobar si hay paralelismos con al justo en español y si se observa también un desplazamiento de la locución adverbial con preposición.

[74] Los datos de au juste presentados en la tabla 5 son extraídos de la base de datos Frantext a partir de una criba y recuento manual de esta secuencia considerando los mismos períodos seleccionados para los corpus españoles. La frecuencia normalizada se calculó otra vez sobre la base de un millón de palabras.

1450-1499

1500-1549

1550-1599

1600-1649

1650-1699

1700-1749

1750-1799

1800-1849

1850-1899

1900-1949

1950-1975

f. abs.

3

1

2

9

23

43

72

137

317

553

352

f. norm.

0,74

0,56

0,37

0,96

1,88

3,89

3,57

4,68

9,21

11,74

11,07

Tabla 5: Frecuencia absoluta y normalizada de la locución adverbial au juste en el corpus Frantext

[75] La frecuencia normalizada permite una comparación entre distintas bases de datos. La figura 4 contrasta la curva ya conocida de al justo con la que nos proporcionan los datos de au juste en Frantext. Teniendo en cuenta que esta comparación se basa en dos corpus diferentes (CORDE y Frantext), solo es representativa en la medida en que estos sean comparables en cuanto a los tipos de textos incluidos.

Figura 4: Comparación de las locuciones adverbiales al justo (fuente: CORDE) y au juste (fuente: Frantext)

[76] La figura permite tres observaciones. La locución se documenta primero en francés, si bien durante el apogeo de al justo (entre mediados del siglo XVI y mediados del XVII) es más frecuente en español que en francés. La situación se invierte en la segunda mitad del siglo XVII cuando au juste empieza a aumentar y al justo a disminuir. Con el propósito de interpretar estos datos meramente cuantitativos pasamos al análisis de los ejemplos franceses.

4.1 Origen paralelo en español y francés

[77] La locución adverbial au juste se formó según el mismo esquema de al justo [preposición à + artículo masc. sg. + adjetivo] y se define igualmente con el significado de «exactement» (Le petit Robert: s.v. juste). El DHLF 2000 no establece con precisión el momento de aparición de esta locución adverbial («avant 1787»).

[78] De acuerdo con nuestra criba de au juste en Frantext, esta locución se documenta en dos autores ya a finales del siglo XV y aparece en los mismos contextos que la forma española al justo, es decir, los de medidas matemáticas en textos técnico-científicos:

(39)

Cestui mesura justement les corps celestes par les regles de geometrie, et trouva moult au juste la haulteur de Saturne et des autres planetes et signes, […]
descripvit la mer et la terre et fut l'un de ceulx qui composa l'espere materielle et qui trouva les instrumens et premieres orloges pour trouver au juste les oroscopes […].
(1494 Simon de Phares: Recueil des plus celebres astrologues, Frantext)

Au juste ocurre igualmente en el contexto de las cuentas exactas del dinero:

(40)

Donne moy ta vigne, […] / Donne le moy dont de bon ceur; / je t'en donray une milleur. / Cha, serons nous d'accort ensamble? / Ou se mieulx ton prouffit te samble, / conbien que point n'es indigent, / t'en aras certain pris d'argent, / et autant qu'elle vault au juste. (1485 Anonyme: Les mystères de la procession de Lille. Tome 3. De Salomon aux Maccabées, Frantext)

Años más tarde la locución se documenta con el significado de 'ajustado, apretado al cuerpo':

(41)

ce qui étoit singulier, c'est qu'on voyoit par-tout le portrait de chatte blanche, soit dans les devises de la calèche, ou sur les habits des gardes du corps, ou attachés avec un ruban au juste au corps de ceux qui faisoient le cortège, comme un ordre nouveau dont elle les avoit honorés. (1698 Marie-Catherine Le Jumel De Barneville, baronne d'Aulnoy: La Chatte blanche, Frantext)

[79] En francés la intensificación de justo también conlleva el matiz semántico de lo justo como la cantidad mínima necesaria10:

(42)

Vous êtes bonne et vous avez pour votre misérable compagnon un sentiment que je peux dire... cordial. Vous le voyez, je n'exagère rien et pèse mes mots au plus juste. (1938 Georges Duhamel: Chronique des Pasquier. 7. Cécile parmi nous, Frantext)

[80] Consiguientemente, las locuciones al justo y au juste aparecen de manera paralela en los mismos contextos y con los mismos significados. Dado que coinciden tanto en su forma como en su significado, parece viable que se trate de un calco de una lengua a otra11. No obstante, los indicios sobre la dirección de este posible calco resultan contradictorios, ya que la documentación, por un lado, es algunas décadas más temprana en francés y, por otro lado, es cuantitativamente mayor durante los primeros períodos en español.

[81] Por lo general, las documentaciones de los corpus históricos son algo fortuitas y dependen de la cantidad de manuscritos conservados y de la selección de textos para estas fuentes. Solamente tres ocurrencias de au juste se documentan en dos obras de finales del siglo XV y así se adelantan a la locución española al justo. En cambio, en el corpus español, el uso de justo como adverbio corto se documenta ya a mediados del siglo XV.

[82] Durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII la frecuencia de uso de la locución en los corpus es significativamente mayor en español (véase figura 4). Mientras que las primeras dataciones podrían resultar problemáticas, sus frecuencias en los corpus probablemente sean indicios algo más representativos. Siendo un calco o no del francés, al justo es claramente más productivo en el español de este período, ya que se crean también variantes como a lo justo o al cabal. El adjetivo iberorromance cabal no tiene equivalente en francés. El uso de al cabal – a la par de la ausencia de *al preciso – indicaría, pues, un uso productivo de la formación adverbial [a + artículo + adjetivo] con léxico patrimonial y popularizado o coloquializado en el español del siglo XVI.

[83] Un calco del francés parece, por consiguiente, poco probable. La influencia del estilo francés sobre la lengua española es posterior y no empieza antes del siglo XVII (Hummel 2018b: 126-127). Además, las primeras ocurrencias de al justo en el corpus no indican una posible influencia francesa sobre sus autores. Los primeros ejemplos son del arquitecto renacentista Diego de Sagredo (v. apartado 2.2.), quien fue el primero en escribir en castellano un tratado artístico sobre arquitectura clásica y renacentista (Las medidas del romano, 1526), dirigido a artesanos que necesitaban familiarizarse con la arquitectura clásica y renacentista (cf. Bassegoda i Hugas 1985). Esta obra se tradujo con éxito al francés y a otras lenguas romances. No encontramos indicios de un posible influjo francés en la biografía del autor.

[84] Los datos no permiten conclusiones contundentes sobre un posible calco del francés en el español, sino que simplemente señalan una documentación algo más tardía. En todo caso, la mayor frecuencia de los ejemplos del corpus español y su uso ampliamente documentado tanto en textos artísticos y técnicos como en textos más literarios indican una amplia difusión y productividad de esta locución adverbial, independientemente del uso de au juste en francés.

4.2 Desarrollos divergentes en español y francés

[85] Las tendencias de la figura 4 se invierten en el siglo XVII. Mientras que el español al justo se ve desplazado por justamente, precisamente y exactamente, la locución francesa au juste aumenta su frecuencia. Esta divergencia no es casualidad, ya que el siglo XVII es la época de ruptura con las tradiciones lingüísticas, lo que afecta el panorama adverbial (Hummel 2018a, 2018b: 126-127).

[86] En francés la creación de variantes con el fin de enriquecer la lengua francesa dio como resultado la coexistencia de varias series de adverbios preposicionales con sus correspondientes alternativas en ‑mente: au juste coocurre con justement ('exactement') (ver ejemplo 39) y con juste, tal como en español. A partir del siglo XVII la corriente del purismo lingüístico francés empezó a seleccionar ciertas variantes y a rechazar otras. En el siglo XVIII los autores y gramáticos franceses generalmente aceptaron las locuciones adverbiales con preposición como variantes elegantes en su búsqueda de una lengua más clara y lógica, mientras que rechazaron el uso excesivo de los adverbios en ‑mente (cf. Hummel 2018a). Esta es probablemente la razón por la cual la locución au juste aumenta en el siglo XVIII – como indican los datos del corpus francés (v. figura 4). Es decir, mientras los adverbios en ‑mente proliferan en español, en francés se favorecen las locuciones adverbiales. Así, al justo es desplazado por justamente y au juste pasa el filtro selectivo-normativo aumentando su uso.

[87] A continuación, comprobaremos si las diferencias entre español y francés son meramente cuantitativas (frecuencia de uso) o si las locuciones adverbiales se diferencian también en sus respectivos contextos de uso. En textos actuales la locución francesa au juste aparece sobre todo en oraciones interrogativas y en combinación con verbos como savoir, uso citado en diccionarios: «Douze, quinze, vingt, on ne savait pas au juste» (Le petit Robert: s.v. juste). A su vez, en oraciones interrogativas indirectas y en combinación con verbos de conocimiento como savoir, connaître, se demander, ignorer, etc. (por lo general, negados), au juste enfatiza el desconocimiento de una información más exacta:

(43)

Je ne sais plus au juste combien de temps nous sommes restés dans ce village, sans doute moins d'une quinzaine de jours […]. (2003 Clémence Boulouque: Mort d'un silence, Frantext)

(44)

Nous ne décrirons pas très exactement les détours et les crochets du cerf à travers la forêt ; nous ne savons même pas très au juste si c'était un cerf dix cors, et, quelques recherches que nous ayons faites, nous n'avons pu nous en assurer […]. (1836 Théophile Gautier: Mademoiselle de Maupin, Frantext)

[88] En español este uso se ha anquilosado y transformado en una expresión anticuada, ya que el último ejemplo de este tipo con al justo data de la primera mitad del siglo XIX:

(45)

Escribiendo pues, con tal designio sus Ritmos Ayala, éstos no son sino una especie de efemérides de su espíritu: así la obra carece de plan, y no tiene unidad de pensamiento. Por eso no se sabe al justo qué título darla; y de hecho su autor no parece que la dió ninguno. (1832 Bartolomé José Gallardo: Artículos literarios, CORDE)

[89] La locución adverbial au juste también se usa como focalizador en oraciones interrogativas. El hablante, que quiere obtener una información más exacta y precisa, intensifica su pregunta:

(46)

– Bien avant je crois. Danica, il est trois heures du matin. Qu'est-ce que tu fais dans ma chambre au juste ?
– Je te l'ai dit. Il n'est pas rentré. (2008 Fred Vargas: Un lieu incertain, Frantext)

En español este uso corresponde, por lo general, a exactamente (Gerhalter, en prensa: § 5.3.2). Así, preguntas con un interrogativo son complementadas frecuentemente por el adverbio de foco exactamente:

(47)

¿A qué hora exactamente ha salido Feliz-Bella? (1916 Vicente Blasco Ibáñez: Traducción de Las mil y una noches, CDH)

Si bien no hemos encontrado ejemplos de al justo como focalizador en oraciones interrogativas, sí hallamos la variante a lo justo: ¿Qué edad tenía a lo justo cuando me separaron de la que siempre llamé «mama», para traerme al encierro del pueblo, so pretexto de que debía ir al colegio? (ejemplo 37).

[90] Por lo tanto, la locución au juste en francés se especializa en un contexto de uso que se da solo parcialmente para al justo en español. Mientras en español exactamente se especializa como focalizador en oraciones interrogativas, el francés exactement comparte esta 'parcela de uso' con au juste. En contrapartida, el uso predominante en español de la colocación venir al justo no se encuentra en francés. No encontramos en Frantext ningún ejemplo de esta combinación léxica en francés, ni con el adverbio corto ni con la locución adverbial (*venir / convenir + juste / au juste).

[91] Por consiguiente, las locuciones al justo en español y au juste en francés no solo divergen en su frecuencia, sino también en los contextos de uso. Partiendo del mismo contexto original (medición exacta de números y aparatos), acaban ocupando parcelas funcionales (microfunciones) distintas dentro del dominio de los adverbios de exactitud. En este sentido, la locución francesa es más frecuente, ya que su 'valor' es distinto al cubrir una gama más amplia de contextos que no equivalen a al justo en español.

[92] Además, el auge de la locución adverbial en francés se vincula a una diferenciación funcional posterior entre las variantes. Así, mientras au juste – partiendo de su origen como sinónimo del adverbio corto juste – se especializa como adverbio de exactitud en oraciones interrogativas, justement lo hace como adverbio de foco que enfatiza alguna coincidencia significativa. Este último uso es más frecuente en el adverbio francés justement que en su correlato español justamente (cf. Gómez-Jordana 2012). A su vez, la focalización de informaciones sorprendentes y coincidentes en español corresponde a precisamente, cuya frecuencia de uso supera con creces la de précisément en francés (Gerhalter, en prensa: § 4.1.1).

[93] En resumen, el reparto interno de los usos específicos dentro del paradigma de los adverbios de exactitud es distinto en francés y en español y ha dado lugar a 'parcelas' de uso distintas tanto para al justo y au juste como para los adverbios en ‑mente. A diferencia de otras locuciones adverbiales con preposición, au juste no ha desaparecido en francés, sino que al parecer pasó el filtro de la selección normativa que consideró algunas locuciones como alternativas 'elegantes' y 'lógicas' (Hummel et al. 2019: 1094). La comparación entre el español y el francés evidencia que el proceso de selección de variantes durante la elaboración de las lenguas modernas afectó claramente a los adverbios preposicionales (cf. Hummel et al. 2019). No obstante, partiendo de un panorama similar y paralelo, la selección puede dar resultados distintos en lenguas diferentes: mientras el francés au juste pasa a la norma moderna, el español moderno desecha al justo.

5. Consideraciones finales

[94] Hasta el siglo XVI el inventario de adverbios se enriquece por la formación productiva de frases preposicionales. En el caso del paradigma de los adverbios de exactitud, al justo se crea a principios del siglo XVI como variante del adverbio corto justo ('exacto, apretado'). Inicialmente al justo es, pues, sinónimo de justo en sus dos funciones principales: adverbio de modo y de foco de exactitud. El esquema [preposición + artículo + adjetivo] es productivo durante el siglo XVI, tal como muestra la documentación de otras variantes mucho menos frecuentes como a lo justo y al cabal, aparte de por lo cabal.

[95] La locución adverbial al justo (del mismo modo que el adverbio corto justo) se usa con el significado de 'exacto, apretado', pero no con el original de justo ('según la justicia (de Dios)') que se había reintroducido como cultismo en el español medieval. En cambio, sí existe una serie de locuciones adverbiales basadas en derecho, el lexema patrimonial-hereditario para el concepto de 'justo, legal'. En este sentido, la creación de adverbios con preposición es productiva hasta el siglo XVI y selecciona sistemáticamente léxico popular, ya sea hereditario (como cabal – que cuenta con una larga tradición popular – y derecho), o bien de origen culto coloquializado (como justo 'exacto, apretado'). Por el contrario, no se crean variantes preposicionales con los adjetivos cultos más recientes preciso o exacto, los cuales ya se encontraban disponibles durante la segunda mitad del siglo XVI.

[96] La diacronía de al justo y de sus variantes a lo justo y al cabal se divide en dos fases principales: una primera de auge hasta mediados del siglo XVII y otra de marginalización. Los ejemplos analizados apuntan a que al justo se vio favorecido por la elaboración de la lengua escrita durante el siglo XVI sobre todo en textos científicos y artesanales en ámbitos como la navegación, orfebrería o arquitectura. Estos textos – que dan instrucciones precisas sobre herramientas o cálculos con fines claramente prácticos y que corresponderían al actual género de los manuales de instrucciones – están redactados en un nivel lingüístico intermedio en cuanto que despliegan un registro elaborado y a la vez comprensible y transparente para sus destinatarios. Probablemente locuciones adverbiales con léxico arraigado (justo y cabal) son más claras que aquellas con cultismos recientes (preciso y exacto).

[97] Al mismo tiempo las locuciones adverbiales con preposición se seleccionan para la escritura por ser formas más elaboradas que los adverbios cortos como justo, los que no llevan ninguna marca formal de su función adverbial. En este sentido, la escritura del siglo XVI quizás elabora locuciones adverbiales del tipo al justo y al cabal como solución para integrar adjetivos y adverbios cortos propios de la lengua hablada (justo y cabal) adecuándolos a un estilo más elaborado y apto para la escritura.

[98] Según los datos de los corpus, durante el siglo XVI y hasta la segunda mitad del XVII al justo es la variante preferida por la lengua escrita sobre el adverbio corto justo (propio de la lengua oral) y de la forma más culta justamente. La locución al justo se extiende a la prosa administrativa, religiosa, narrativa y a la poesía. Además, desarrolla significados más abstractos ('apropiado, adecuado'), tal como en la colocación frecuente venir al justo que alterna con la forma simple justo (venir justo).

[99] A esta primera fase de enriquecimiento formal y de variación, sigue una fase de selección entre las variantes adverbiales, que favorece a los adverbios en ‑mente. Desde la segunda mitad del siglo XVII mientras la frecuencia de uso de justamente ('exactamente') aumenta de forma continua, la de al justo cae. Esta locución adverbial con preposición se mantiene solo en variedades regionales del español meridional. En cambio, la variante al cabal desaparece por completo en los corpus analizados.

[100] La comparación de la locución [preposición + adjetivo de exactitud] en francés y español ha mostrado tanto paralelismos como desarrollos divergentes. Así, la fase de variación y enriquecimiento formal del paradigma de los adverbios de exactitud es paralela en ambas lenguas. Partiendo de un panorama parecido las locuciones al justo y au juste aparecen en los mismos contextos y con el mismo significado. En esta primera fase la frecuencia de uso es más alta en español que en francés, pero el cuadro se invierte a mediados del siglo XVII. En francés la locución au juste pasa el filtro de la selección normativa y su aumento de frecuencia está ligado a una especialización funcional. De esta manera, dentro del paradigma de los adverbios de exactitud au juste acaba ocupando parcelas funcionales distintas a las de al justo.

[101] Sobre la base de las consideraciones precedentes es posible señalar que la selección normativa en francés y español modernos sigue tendencias puristas. Sin embargo, a pesar de que el español de los siglos XVII y XVIII se orienta hacia el modelo culto francés, cada lengua sigue preferencias y normas lingüísticas propias. Así, mientras el español opta por adverbios en ‑mente, el francés compensa el uso excesivo de estos mediante locuciones adverbiales con preposición. De este modo, con al justo y au juste el proceso de selección de estas lenguas llega a resultados distintos. En este sentido, y teniendo en cuenta el auge de au juste en francés, resulta todavía más llamativa la casi radical marginalización de al justo en español, variante claramente preferida en una primera fase. Al justo, de haber continuado ocupando parcelas en el paradigma de los adverbios de exactitud, seguramente hubiera desplegado el mismo potencial que su contraparte francesa au juste.

Bibliografía

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1 El proyecto de investigación The third way: prepositional adverbials from Latin to Romance (P 30751-G30) está financiado por el Fonds zur Förderung der wissenschaftlichen Forschung (FWF) (Fondo austríaco de investigación). Agradezco tanto los aportes y comentarios de Martin Hummel, Stefan Koch y David Porcel Bueno como también las correcciones acertadas y pertinentes de dos revisores anónimos de Studia linguistica romanica. Gracias a Hans Fernández por la corrección lingüística y la revisión de estilo. Naturalmente la autora sigue siendo la única responsable de posibles errores o inexactitudes.

2 En el CORDE los resultados de la secuencia al justo arrojan muchos datos no pertinentes, entre los cuales justo aparece como sustantivo referido a una persona, por ejemplo, Dios perdona al justo. La criba manual fue más fácil y rápida en Frantext, ya que la secuencia francesa au juste no produce tantas interferencias con otros usos.

3 Las cursivas en los ejemplos citados son nuestras. Destacamos tanto el adverbio como los segmentos modificados por él, esto es, el verbo de la oración o algún sintagma.

4 Los ejemplos proceden de cinco autores distintos. Aunque son pocos como para sacar conclusiones definitivas sobre la localización de al cabal, los datos biográficos de los autores sugieren una procedencia geográfica del centro-sur de la península ibérica, ya que en su mayoría o bien han nacido allí o bien han pasado por esta zona. Resumimos brevemente los datos biográficos conforme al orden cronológico de la documentación de al cabal: Alonso de Santa Cruz (Sevilla 1505 - Madrid 1567, geógrafo e historiador), Juan Pérez de Pineda (Córdoba c. 1500 - París 1567, teólogo en Sevilla), Santa Teresa de Jesús (Ávila 1515 - 1582, pasó por Madrid, Toledo y Salamanca), Juan Méndez Nieto (Miranda del Duero 1531 - Cartagena de Indias 1616, médico judío converso, estudió en Salamanca, y, pasando por Toledo y Sevilla, emigró a Cartagena de Indias) y San Juan Bautista de la Concepción (Ciudad Real 1561 - Córdoba 1613, pasó por Alcalá, Madrid, Salamanca, Toledo y Andalucía). Además, la alternancia entre al justo y al cabal se atestigua en estos autores: los textos de San Juan Bautista recogidos en el CORDE contienen ocho casos de la perífrasis adverbial al justo y uno de al cabal. De Juan Méndez Nieto hay cuatro testimonios de al justo y uno de al cabal y de Santa Teresa de Jesús uno de al justo y uno de al cabal.

5 De acuerdo con García Sánchez (2006: 758-760), el significado de justo 'apretado, ajustado' y los verbos justar y ajustar (formado con la preposición latina ad) no se desarrollan por cambio semántico a partir de justo (< lat. iūstus), sino que se trata de una colisión homonímica con la preposición latina iuxta 'junto a, al lado de', que expresa el límite de un movimiento. Es decir, ajustar viene de *ad-juxtare. Asimismo, la preposición iuxta da lugar a la preposición iusta en el castellano arcaico. La proximidad semántica y formal entre los resultados de iŭxta y iūstus en español favorece su homonimia (García Sánchez 2006: 758-760). Por consiguiente, el significado 'apretado, ajustado' en justo y en al justo se crea por 'contaminación' con otro étimo, y además solo pervive en ajustar y ajustado.

6 Uno/a de los/las evaluadores/as anónimos/as me sugirió determinar en qué medida las unidades analizadas sufren un proceso de gramaticalización y/o lexicalización. Creo que la creación de locuciones adverbiales a partir de adjetivos como justo y cabal no necesariamente es un proceso de gramaticalización, ya que la clase de palabras de los adverbios no es automáticamente más 'gramatical' (no siempre tiene un significado más procedimental) que la clase de palabras de los adjetivos: los adverbios simplemente modifican elementos oracionales diferentes a los adjetivos. En los ejemplos analizados las locuciones adverbiales al justo y al cabal conservan su significado conceptual y, aparte de adverbios de modo y de adverbios de foco de numerales, no desarrollan otros usos adverbiales. En cambio sí hemos considerado el desarrollo posterior de valores subjetivos en los adverbios de foco precisamente, justo, etc. como gramaticalización y, más concretamente, como subjetivización y pragmaticalización (Gerhalter, en prensa: § 5.6.2).

7 Usamos el CDH para la investigación más amplia de todo el paradigma por ser un corpus lematizado y categorizado, del cual extrajimos una muestra dividida en cortes de 50 años (cf. Gerhalter, en prensa: § 2.2). Sin embargo, recurrimos al CORDE para la presente investigación sobre al justo, ya que dicha secuencia posiblemente a causa de su compleja lematización (preposición y artículo contraído) arroja errores en la máscara de búsqueda del CDH. Aun así, teniendo en cuenta que los textos anteriores a 1975 son los mismos en el CORDE y en el CDH, consideramos que los datos presentados en este apartado son directamente comparables. En todo caso, calculamos la frecuencia normalizada para cada muestra según el corpus usado.

8 Sobre la flexión de número y género de adverbios cortos en las lenguas romances, véanse, por ejemplo, los análisis de Hummel (2017: 34-39) y Ledgeway (2017). Sobre el problema de clasificar las formas flexionadas o como adverbios de manera flexionados o como adjetivos, especialmente en dialectos del sur de Italia, véase Silvestri (2017).

9 Según las observaciones de un/a evaluador/a anónimo/a, incluso dos autores que reflejan la oralidad en sus coloquios, Ramón de la Cruz (siglo XVIII) y Benito Pérez Galdós (siglo XIX), usan más veces justamente que justo en los textos recogidos en los corpus. La preferencia por las formas en -mente está, pues, muy extendida en estos siglos.

10 En francés el intensificador plus se inserta en medio de la locución. En español los intensificadores más o muy siempre se anteponen a la locución adverbial. No encontramos ejemplos del tipo al más justo / a lo más justo. El equivalente español al ejemplo citado arriba sería sopesar las palabras muy al justo / más al justo.

11 Descartamos por completo una posible forma heredada en común, dado que juste / justo ('según la justicia') es un cultismo reintroducido a través de la literatura religiosa (véase apartado 3.1.) y el significado de 'exacto' es posterior. También en francés juste aparece como adjetivo de exactitud solo hacia finales del siglo XV (cf. DHLF 2000: s.v. juste).